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La asombrosa matemática oculta en la alta literatura

AutorAlfredo Álamo el 15 de diciembre de 2017 en Divulgación
  • Un análisis ha encontrado estructuras fractales en libros.
  • ¿Es un resultado buscado o una increíble coincidencia?

Copo de nieve con estructura fractal.

Ya os hemos hablado en otras ocasiones cómo un buen libro evoca una serie de emociones mientras lees, y que casi todas las novelas se engloban dentro de seis categorías emocionales, como la caída y auge, sólo la caída, el ascenso desde lo más profundo y sus variantes: caída, subida y caída o subida, caída y subida. Estos resultados, obtenidos tras analizar más de 1.300 novelas, se unen ahora a una nueva evidencia que une patrones matemáticos a la literatura.

Un estudio coordinado por el Instituto de Física Nuclear de Polonia ha encontrado que la longitud de las frases en los libros forma habitualmente un patrón fractal, es decir, una serie de objetos que se repiten tanto a pequeña como a gran escala.

En este estudio, se han analizado 113 obras clásicas de la literatura, escritas en varios idiomas. La longitud de las frases casi siempre ha acabado formando estructuras fractales. Libros que están formados a partir de un flujo de consciencia, como el Finnegans Wake de James Joyce, tiene numerosas de estas estructuras repetidas. Sin embargo, otro tipo de libros más clásicos en su estructura y narración, como Las olas, de Virginia Woolf, presenta menos de estos patrones, aunque los que tiene siguen siendo fractales.

Mezclando los dos análisis, se descubre que las dos novelas en cuestión, tanto Finnegans Wake como Las olas, también presentan los patrones que mencionábamos al principio y entran dentro de dos categorías emocionales diferentes. ¿Tendrá algo que ver ese arco emocional con el tipo de fractal? Todavía no se ha llegado a ninguna conclusión al respecto.

Quizá haya que pensar la diferencia entre autores obsesionados con el lenguaje como un artefacto, como era Joyce, y otros cuya visión era menos estructurada y más emocional, como Virginia Woolf. Parece difícil que esos patrones fractales fueran escritos de manera deliberada, pero sí que, de manera inconsciente, todos los escritores tratan de encontrar un ritmo determinado en la escritura, una cadencia que se ajuste a sus propósitos.

Es posible que dicha cadencia aparezca en forma de patrón fractal, una muestra más de cómo las matemáticas forman parte esencial de nuestra manera de relacionarnos con el mundo, aunque en ocasiones sea de una manera subconsciente.

Vía: Scientific American

Alfredo Álamo

(Valencia, 1975) escribe bordeando territorios fronterizos, entre sombras y engranajes, siempre en terreno de sueños que a veces se convierten en pesadillas. Actualmente es el Coordinador de la red social Lecturalia al mismo tiempo que sigue su carrera literaria.

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