Lecturalia Blog: reseñas, noticias literarias y libro electrónico 112.540 libros, 24.650 autores y 91.902 usuarios registrados

¿Cuál es el libro más largo del mundo?

AutorVíctor Miguel Gallardo el 20 de junio de 2010 en Divulgación

Cien mil millones de poemas

Existen algunas obras que tienen realmente proporciones gigantescas, tanto es así que son necesarias incluso décadas para completarlas. Por ejemplo, uno de los más ambiciosos proyectos de la UNESCO era crear una Historia de la Humanidad que ha sido completada en fechas recientes… después de haberse iniciado en 1952. La obra está compuesta por seis colecciones temáticas con siete volúmenes cada una, escrita al alimón por 1600 de los mayores expertos en temas tan diversos como Historia de la Tecnología, Astronomía, Botánica, relaciones religiosas o estadismo militar de los últimos sesenta años. Los volúmenes intentan no dejarse nada en el tintero: así, podremos encontrar desde un sesudo estudio de los avances tecnológicos en el Neolítico hasta la historia pormenorizada de la descolonización del continente africano.

Pero claro, habrá quien opine que esto no es exactamente un libro, sino una colección de ensayos. Otro volumen que se me viene a la cabeza no deja lugar a dudas: es un libro, escrito por un solo autor, el francés Raymond Queneau, y publicado en 1960, y es tan extenso que nadie podría leerlo en toda una vida (ni siquiera él, el autor). Si añado los datos de que el libro es, en realidad, un poemario y que consta de diez páginas es obvio que no comprenderéis exactamente el porqué de su extensión y del título honorífico de ser el libro más extenso del mundo. La explicación es sencilla. El libro, titulado Cent mille miliards de poèmes (Cien mil millones de poemas), consta, como ya he dicho, de diez páginas con otros tantos sonetos. Pero el título no engaña: no son sólo diez sonetos, sino 10 elevado a 14 sonetos, ya que cada libro está configurado de la siguiente forma: cada una de las páginas está cortada en tiras, conteniendo cada una de las tiras uno de los catorce versos de los que consta cada soneto. Dado que los diez sonetos tienen rimas idénticas en los versos correspondientes, en teoría el libro de Queneau (que además de poeta fue novelista, matemático e integrante del movimiento surrealista francés) contiene cien millones de poemas con sentido que respetan la rima del soneto (en este caso ABBA ABBA CCD EED, lo típico en los sonetos franceses en contraposición a los sonetos españoles, que suelen rimar ABBA ABBA CDC DCD o ABBA ABBA CDE CDE).

Por si os interesa, en este enlace podéis echar un vistazo al “librito” en cuestión (traducido también al inglés). Eso sí, os advierto de una cosa: simplemente tardando un minuto en leer cada uno de ellos, se tardarían millones de años en leer todas las combinaciones. Es más: hay una probabilidad altísima de que, al leer una de las combinaciones, seamos la primera persona en leer ese soneto en cuestión.

Habiendo hablado ya de ensayos y de poemas, queda interesarnos por la novela más larga. Muchos consideran que la más larga podría ser la obra de Marcel Proust, En busca del tiempo perdido, consistente en siete volúmenes y con millón y medio de palabras, pero yo la considero más bien una colección de novelas (de no ser así, los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós, cuarenta y seis novelas históricas divididas en cinco series, le ganarían por goleada), así que, a falta de un estudio detallado sobre el particular, me atrevería a señalar una novela francesa del siglo XVII escrita por los hermanos Georges y Madeleine de Scudèry, consistente en diez volúmenes. También hay obras extensísimas que no han llegado a publicarse jamás, por razones más que obvias, como por ejemplo la magna La Historia de las Vivians, en lo que se conoce como los Reinos de lo Irreal, sobre la Guerra-Tormenta Glandeco-Angeliniana causada por la Rebelión de los Niños Esclavos (o, simplemente, In the Realms of the Unreal), del autor estadounidense Henry Darger y que tiene la friolera de 15.143 páginas, ilustradas por él mismo. Darger, que vivió recluido por voluntad propia, obsesionado con escribir, debió de ser uno de los autores menos dados a la concisión de la historia: en 1968 terminó de escribir un libro llamado The History of My Life (La historia de mi vida), en el que durante las primeras 206 páginas habla sobre su infancia y sus obsesiones de niñez para, a continuación, pasar a describir durante nada menos que 4.672 páginas más la historia de Sweetie Pie, un tornado que destruye una población. Todo un prodigio nacido de la mente enferma de un chico con una infancia difícil que degeneró en un hombre antisocial y obsesivo (llegaba a ir hasta cinco veces al día a misa).

Autores relacionados Autores relacionados:
Benito Pérez Galdós
Marcel Proust
Raymond Queneau
Libros relacionados Libros relacionados:
En busca del tiempo perdido
Episodios nacionales I

No se puede comentar esta entrada